20100521

Semper Fidelis XVIII

19.
El auto circulaba por la avenida Del Libertador velozmente. Cuando llegaba el cruce de la avenida Ramos Mejía, Don Regelio frenó en seco.
-Bueno, aca llegamos, sin pena ni gloria. Ahora bajensen rápido antes de que se avive alguien, yo no los vi y ustedes no me vieron, estamo?
-No se preocupe señor, gracias por el aventón y que Dios lo bendiga.
Josefina tomó de la mano a Silvio y salieron del coche.
-Supongo que ningún micro saldrá hasta entrada la mañana, así que tenemos un buen rato para decidir nuestro destino. La joven hablaba con una seguridad notable. Silvio se limitaba a observarla en silencio, trataba de ignorar al duende que ahora se interponía entre ella y el. Aunque le costaba horrores.
-Dejamos a este infeliz en el primer pueblito de mala muerte que encontramos y vos y yo nos casamos y nos vamos a vivir a Irlanda. Esbozaba inútilmente la alimaña, que no se despegaba de Josefina.
La noche estaba helada pero seca. Las estrellas titilaban débilmente en el cielo sin nubes debido al smog y a las luces de la estación. En las paradas de los ómnibus, un puñado de gente esperaba con paciencia, algunos sentados en el cordón de la calle, otros dormitaban en el suelo con lechos improvisados en el momento. Como a treinta metros se encontraban los choferes de los micros, holgazanes y rechonchos unos jugaban a los naipes y tomaban mate y algún otro también dormitaba. Sentado sobre el cordón, Silvio esperaba a Josefina que se había ido a las boleterías a consultar por los viajes. Pasaron alrededor de quince minutos y la joven volvió con dos vasitos de plástico llenos de café negro y Semper siempre al lado de ella, como hipnotizado.
-Toma Silvio. La joven le dio un vasito y se sentó junto a el.
-Estuve averiguando, ningún micro va hacia yo quiero ir, lo mejor sería tomarnos el tren que va a Córdoba que sale a las cinco y media.
-¿Adonde quieres ir Josefina?
-Tengo una amiga por correspondencia en Calamuchita, es en Cordoba, mi idea es quedarnos ahí hasta que las aguas se calmen.
-¿Amiga? ¿Calamuchita? ¡Las de fiestas que vamos a tener con tu amiga! Se me hacen agua los genitales. Exclamó Semper.
-Me parece buena idea. Dijo suavemente Silvio.
-Bueno, ahora que estamos un poco mas tranquilos, me vas a contar que te pasó en estos meses y porque estabas en un manicomio...
-...Si... es una larga historia
-Esto no me lo pierdo. Dijo el duende y se sentó frente a ellos como si fuera a disfrutar de un recital o una obra de teatro.
Entonces Silvio comenzó a relatar su historia con una memoria fotográfica increíble. Omitió por pudor su contratiempo en el cabaret del centro. Dijo que una patota lo había interceptado lo había robado y golpeado y una dulce anciana le ofreció asilo en su casa. La dulce anciana representaba a Gladys. Entonces el joven comenzó a contar, esta ves sin pudor, todo lo acontecido en aquella casa del barrio de la Boca. Narró todo con lujo de detalle, entre las lagrimeantes carcajadas del duende. Luego paso a contar las peripecias de la huida de aquella casa, su detención y su posterior internación en el Santa Mónica sin omitir ningún dato.
-Realmente es terrible todo lo que te pasó Silvio, me siento muy apenada, pero lo del duende, por mas que me esfuerce no te lo puedo creer. Dijo la muchacha, acariciándole las orejas.
-No te preocupes hermosura, ya vas a creer. Dijo la alimaña poniéndose esta vez de pie.
-Tal vez tendrías que hablarlo con un profesional, cuando lleguemos a Cordoba, si querés te acompaño a un especialista para tratar esos temas.
-Especialista, especialista, este lo que necesita es tener sexo! gritó Semper.
-Tal vez tengas razón, puede que también mi mente me juegue trampas, pero cuando lleguemos a Córdoba todo va a cambiar, ya vas a ver.
-Espero que mi amiga tenga suficiente espacio para tenernos un tiempito hasta que cada uno encuentre su nuevo rumbo.
-¿Nuevo rumbo? ¿No vamos a vivir juntos?
-Bueno... Silvio, me parece que deberíamos hablar esto en otro momento, no te parece?
-El momento es ahora Josefina, vos me querés?
-Te quiero Silvio, te quiero mucho, te quiero como un hermano. Mi amor por vos es difícil de explicar, pero si pasamos de esta raya, puede que no seamos felices, somos personas muy distintas.
-Pero Josefina, yo te amo, todos estos días que estuve en esta condenada provincia, no dejé de pensar en vos, incluso este maldito viaje lo hice por vos, sos mi vida Josefina y si no estoy con vos no creo que viva mucho tiempo. Yo solo vivo por vos.
La joven extendió sus brazos y puso su cara sobre el pecho de Silvio.
-Silvio sos muy tierno, estoy algo cansada, tengo sueño, cuando sean las cinco me despertás si? y seguimos hablando. Dijo esto y plácidamente cerró sus ojos.
-¡Sos un infeliz, un fracaso me da asco verte! el duende fue lapidario.
El joven abrazó a la joven y apoyo su cabeza contra la suya. Soportó estoicamente las ganas de llorar. Trató de disfrutar cada segundo, minuto de estar con la joven. Sabía que la iba a perder. Así se hicieron las cinco de la mañana. Entonces la despertó y fueron hacia el andén.


Continúa....

20100514

A un soñador


Reconozco tu rostro,tranquilo y pálido,

en el reflejo luminoso de la vela;

La negra sombra de tus párpados,bajo esa cortina

Están los ojos que no ven utilidad a este mundo.

Y mientras observo,ansío conocer

Los caminos por donde tus sueños van,

las tenebrosas regiones que tu imaginación ve

Con los ojos velados por la rutina y por mí.

Pues del mismo modo,yo contemplo en sueños

cosas que mi memoria no podría guardar,

y desde la penumbra intento vislumbrar

las imágenes que aparecen ante tus ojos.

Yo,que demasiado bien conozco la cumbre de Thok;

Los valles de Pnath,donde los sueños se reúnen;

Las criptas de Zin;y así pienso

porqué tus rezos se dirigen a la llama de la vela.

¿Pero,qué es lo que se desliza quedamente

sobre tu cara y tus barbudas mejillas?

¿Qué miedo distrae tu mente y tu corazón,

y te hace llorar con repentino temor?

Viejas visiones se despiertan...Ante tus ojos

brillan las oscuras nubes de otros cielos,

Y por alguna demoniaca perspectiva

Me veo flotar por sobre la noche encantada.


HP Lovecraft